Un ángel extraviado
Eres una loca perdida, alguna vez alguien me llamó de esa manera. La verdad ya ni recuerdo quién fue; pero siempre he tenido necesidad de revisar mis direcciones, así me pasa con las calles - aún en Manhattan - donde las avenidas son tan evidentes. Una vez leí en un diario “perderse en Manhattan no es posible”sin embargo, yo me he perdido varias veces en el mismo lugar. Parece ser que no soy la única y otros han corrido la misma suerte. Como bien dice una amiga: es la época de la obviedad me dejo pensando en simultaneidad temporal y el reposo de la memoria. Pertenezco a la raza de las memorias simultaneas a las que recuerdan millones de cosas extrañas - que a veces nadie recuerda y que sólo nosotros recordamos - pero no recordamos en que piso trabajamos o a quién teníamos que llamar o dónde está Park Avenue (eso fue un lapsus realmente reprochable)
Estoy adherida a los márgenes melancólicos de la temporada, si no es el clima es la luna, la obligatoriedad de escribir algún informe urgente me llevan a culpar al saco las toallas cordones libros todo lo que está dentro del cuarto los hago culpables de mi desasosiego mi falta de concentración / al buscar lo inexorable la pérdida del tiempo en la nada / comúnmente conocida como flogera.
En NY se esfuma la honda de calor entre el laberinto de las calles el sentir el susurro del aire acondicionado en el tren. Cada día me convierte en una afónica perpetua, ver a través de la ventana la oscuridad que refleja los rostros de los otros pasajeros se vuelve un pleonasmo imaginario. Algunas veces - en ciertas horas – me encuentro a los mismos rostros, puedo intuir que el gordo de corbata a rayas es oficinista y que vive solo porque lleva medias de diferente color o porque su ropa está arrugada, que la pelirroja nerviosa que se ubica siempre en la esquina vive con alguien que la hostiga por la variedad de cortes y golpes que muestra, las dos mulatas que hablan muy fuerte y toman agua desesperadamente son housekeepers de alguna casa donde no les permiten conversar ni beber
y muchos más que aparecen y desaparecen día a día.
Mirar por la ventana forma parte de una rutina obligada que tenemos los que viajamos en metro día a día durante una hora,
el revisar los anuncios, conocer a los pasajeros que esperan, los homeless y la espera del cantante de turno en cada vagón.
Absorta en esa muestra cotidiana quedo a la espera de una ruptura de la vacuidad de ese momento, pasar por la 42 de Bryan Park ver al músico de turno, sin embargo, hace un par de tardes atisbé a alguien nuevo en el boarding: un guitarrista que toca viejas canciones de Bryan Adams - diferente a los de turno - (lo observaba cada tarde al cruzar Bryan Park a través de la ventana hasta que el tren partía)
Extrañamente hace unos días mire a través del vidrio y me encontré con su sonrisa, quedé sorprendida, me pregunto si se sintió observado o sólo se despedía porque esa fue la última vez que lo vi.
Ahora Bryan Park es una paradero más... sin Bryan Adams
Etiquetas: crónicas de Nueva York, crónicas de viaje, crónicas urbanas, micro ficción, mixha zizek, relatos cortos
26 comentarios:
mmm... el clima te puso melancólica, me gusta el final de tus escritos... ya me preguntaba dónde estabas???
tu estilo de escribir es muy especial....no usas signos...
se siente un tono medio nostalgico... ese aire efímero...
Usas un tono poético, es tu estilo de decir las cosas. Interesante.
Gracias Mixha por la visita. Te agrego a mis blogs porque vale la pena seguir leyendote. Saludos.
I think you are sad, time for time,
take it and keep the air in your life
thanks for your thoughts..
muy buena historia...
aún espero Bodies... no olvides, si?
Pienso abrir un blog aqui en blogger, pero aún conservaré el otro, te paso invitación.
Veo que marcas un largo camino día a día, debe ser extenuante.
La imagen de lo cotidiano está muy bien descrito en tu entrada.
Un saludo.
en el tren o bajando?
te gusta las canciones de Bryan Adams?? o qué?
acuerdate de los mortales,
di
un abrazo
Me encanta Bataille y en general todo el surrealismo. Espero con ganas la actualización de tu blog. ¿Por qué no escribes más? Es genial leerte. Besos
Me ha gustado mucho tu blog, tanto el diseño como el contenido. Seguiré visitándote.
Saludos
me gusta lo que he leido, es muy bueno, me he sentido atraíod por tus textos, uff, volveré, te lo prometo
besos
Hola!
un placer que te pases por mi blog. Yo creo que seré una asidua del tuyo.
1º porque me gusta como escribes....
y 2º...porque adoro New York (como todo escritor frustrado y filologa inglesa sin rumbo), y leyendote es como si una parte de mi estuviese allí!
Un Saludo!!
gracias por tu visita a mi blog, eres bienvenida cuando quieras....
Yo no sé que pasa allá, siquiera lo sospecho, tal vez si viviera por allá un tiempo, enloquecería enseguida... (¿cómo abandonar mis puentes, mis calles, mis viejas gritonas?)...
Aun así, como tal vez todo escritor, soy un voyerista... lo extraño es serlo en ojos de otro...
Me robo sus ojos un rato, salgo de paseo y se los devuelvo a la hora de la cena....
saludos...
un beso grande a mi amigota del alma...
recuerda lo prometido es deuda lokilla
escribe sobre lo que me contaste el finde
He tenido días perdidos como estos y días increíbles. Aquí los trenes son casi iguales que en NY. Y también me siento muy alejado de todo. A veces como que se extravía uno y pierde la brújula y la recobra nuevamente.
Estás con la luna? No asomas la nariz. Muy ocupada?
Vine a ver.
Estoy mirando...
se puede venir?
me encantó el final de este realto
un beso
comentario 19!
gracias por tu comentario en mi blog.
a mi también me gustó tu manera de describir las cosas.
y vaya qe me sentí identificada con este texto.. también me pierdo, siempre! haha. y también me fijo en muchos detalles cuando viajo en el tren ligero (eqivalente a metro), me encanta viajar en este transporte.
saludos desde las guadalajaras!
Claro que eres bienvenida, me gustó lo que escribiste en tu blog. y volveré a verlo. Así es, tanto tiempo viajando día a día que comienza uno a reconocer y observar su alrededor.
Un gusto tenerte por aqui. Saludos desde NY.
Dan ganas de perderse y olvidar todo lo obvio para disfrutar con más sencillez de la gran manzana, esa roja y apetitosa que nunca sabremos hasta que punto está envenenada
Kiko: gracias por tu visita eres bienvenido cuando quieras ya leí tu blog y me gustó mucho regresaré y espero encontrarte un beso
ven cuando quieras...
Hace unos días disfrutaba con un post de uno de mis blogs favoritos: http://reinoonirico.blogspot.com/
Allí había una crónica de un jueves cualquiera arriba de un tren. Y ahora leí con igual interés este post, porque a pesar de las tantas diferencias, a pesar de ser trenes tan lejanos uno del otro, aún así es curioso encontrar alguna similitud en las percepciones. Un abrazo.
Jajaja.ay Mixha...yo recuerdo cosas increibles y soy malisima para recordar nombres y si son en inglés ya me matan!!..fijaté que yo crecí en Barcelona,el metro era obligado para moverte por la ciudad y me he identificado tatalmento con lo que has narrado..las grandes ciudades es lo que tienen!! ahora vivo en palma de Mallorca y no hay nada como vivir rodeada de Mar..el aire huele distinto!! Las veces que me escapo a Barcelona...me pierdo en el Metro jajaja siempre jajaja...un beso cielo!! Me encantó leer esta entrada...
Please, keep up the awesome work and continue to post topics like this. I am really fan of your page.
Michel, felicitaciones por tu blog, me volveré asidua lectora de tus crónicas?, cuentos?, bueno, no sé pero sí los leeré.
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